sábado, 29 de mayo de 2010

Tengo una soledad tán concurrida, tán llena de nostalgias y de rostros de vos, de adioses hace tiempo y besos bienvenidos, de primeras de cambio y de ultimo bagon. Tengo una soledad tán concurrida que puedo organizarla como una procesion, por colores, tamaño y promesas por epocas, por tacto y por sabor. Sin un temblor de más me abrazo a tus ausencias que asisten y me asisten con mi rostro de vos, estoy lleno de sombras, de noches y deseos, de risas y alguna maldicion. Mis huespedes concurren, concurren como sueños con sus rencores nuevos su falta de candor. Yo les pongo una escoba tras la puerta porque quiero estar solo con mi rostro de vos. Pero el rostro de vos mira a otra parte con sus ojos de amor que ya no aman como viveres que buscan a su hambre mirán y mirán y apagan la jornada. Las paredes se van, queda la noche, las nostalgias se van, no queda nada. Ya mi rostro de vos cierra los ojos. Y es una soledad tán desolada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario